
Siete meses después de que Walker Buehler ponchara a Alex Verdugoo para sellar la Serie Mundial del 2024, los Yankees harán por fin lo que intentaban lograr aquella noche en el Yankee Stadium:
Regresar al Dodger Stadium
Los Yankees estaban arriba 5-0 al comenzar el quinto episodio del Juego 5 esa noche. En ese momento, tenían todo derecho a creer que llevarían la serie de regreso a Los Ángeles para un Juego 6 y, quién sabe, tal vez convertirse en el segundo equipo en la historia en remontar una desventaja de 0-3 en una serie de postemporada. Y no era cualquier serie. Era una Serie Mundial entre Dodgers y Yankees.
Nueva York acababa de ganar el Juego 4 por marcador de 11-4. Ahora dominaban a los Dodgers en el Juego 5. Lo que había sido apenas una tenue esperanza para el equipo local la noche anterior, en su primera Serie Mundial en 15 años, ahora se sentía con más fuerza… hasta que todo cambió.
Hasta que Aaron Judge dejó caer un elevado de rutina en el jardín central, Gerrit Cole no cubrió la primera base tras un rodado hacia Anthony Rizzo y Anthony Volpe cometió un error en tiro intentando sacar un out en tercera. De repente, el 5-0 se convirtió en un 5-5 en el Juego 5. Terminaría 7-6 a favor de los Dodgers.

Pero ahora, los Yankees están de vuelta. De vuelta en Los Ángeles, donde querían estar el último fin de semana de octubre. Después de aquella entrada de pesadilla en la que todo salió mal, llegan a esta serie del fin de semana con casi todo saliéndoles bien. Incluso en una temporada en la que perdieron al astro dominicano Juan Soto en la agencia libre (se fue a los Mets) y a Cole por una cirugía Tommy John, están jugando tan bien como cualquiera y, en las últimas tres semanas, mejor que todos.
¿Y los Dodgers? Han perdido a Blake Snell y a Tyler Glasnow. Roki Sasaki, quien debía ser la sensación japonesa del pitcheo este año, también está en la lista de lesionados. Han tenido a tantos relevistas lesionados — Blake Treinen, el venezolano Brusdar Graterol, y Michael Kopech, por nombrar a algunos — que uno se pregunta si hay suficiente espacio para todos en la IL. El jueves, Tanner Scott, una adquisición clave en la temporada baja, fue castigado y los Guardianes vinieron de atrás para derrotar a los Dodgers en Cleveland antes de que el equipo regresara a casa.
A pesar de todo, los Dodgers siguen en el primer lugar, aunque con una ventaja bien corta. Los Yankees, por su parte, están dominando el Este de la Liga Americana como tantas veces hemos visto a los Dodgers dominar el Oeste de la Nacional. Son los Yankees que llegan a esta serie del fin de semana con el mejor récord y — por ahora — jugando casi tan bien sin Cole y Soto como lo hacían cuando aún estaban ellos en el equipo.
Tras 55 partidos la campaña pasada, los Yankees tenían marca de 37-18. Este año, después de la victoria por 1-0 del miércoles sobre los Angelinos, tienen registro de 35-20. Judge, incluso sin Soto bateando delante de él en la alineación, batea .391 con 18 jonrones, 47 remolcadas y OPS de 1.227. Trent Grisham, quien llegó a Nueva York junto con Soto desde los Padres, ha conectado 12 vuelacercas contra ocho de Soto, ha impulsado una sola carrera menos que él y batea .255, más de 30 puntos por encima del promedio de Soto en este momento.
Entonces, tendremos nuevamente un Dodgers vs. Yankees, líderes contra líderes, justo cuando el calendario se acerca a junio. Siempre se siente especial cuando estos dos grandes se enfrentan. Esta vez, más todavía. Una vez más, tenemos a Shohei Ohtani (20 bambinazos y cada vez más cerca de volver a lanzar) y Judge compartiendo terreno. A veces, incluso antes del inicio oficial del verano, el béisbol nos regala una serie como ésta.
“Será grandioso ver cómo nos medimos con ellos”, dijo Judge.
Siempre lo es. No es el viaje a Los Ángeles que los Yankees querían desesperadamente en octubre pasado. Pero aquí están, de todos modos. Y llegan en su mejor momento.
Paul Goldschmidt, quien firmó con los Yankees por un año — lo mismo que Cody Bellinger (ocho cuadrangulares, 32 impulsadas y promedio de .258 tras un arranque lento) — ha brillado en la primera base y batea .347. Goldschmidt anotó la única carrera del miércoles contra los Angelinos. Ben Rice ha sido una de las sorpresas del año, con 11 bambinazos. Max Fried ha sido brillante como reemplazo de Cole en el rol de as; tiene marca de 7-0, efectividad de 1.29 y WHIP de 0.93. El zurdo Carlos Rodón tiene foja de 7-3 con promedio de carreras limpias de 2.60 y WHIP de 0.94. Luke Weaver, quien retomó el rol de cerrador tras el fracaso de Devin Williams, suma ocho salvamentos, promedio de carreras limpias de 0.73 y casi un ponche por entrada.
Los Yankees llegan encendidos a la serie contra los Dodgers, con 16 victorias en sus últimos 20 encuentros. Quizás incluso lo hagan con algo de actitud, tras escuchar algunos comentarios que salieron del clubhouse de los Dodgers después de la Serie Mundial, criticando los errores fundamentales y el nivel de juego general de los Yankees durante esos cinco partidos.
Aaron Boone incluso comentó que espera que su equipo “sepa manejar las cosas con un poco más de clase” si algún día llegan a ganarlo todo.
