El cantante, en el nuevo programa de Dani Rovira, afirma sobre su esposa: “De gira, si no viene ella no voy. Antes era al revés, ‘sexo, drogas y rock and roll”
Dani Rovira estrenaba el martes por la noche su programa en La1 de TVE, La noche D, lo que suponía también su estreno como presentador de televisión, más allá de sus experiencias en las galas de los premios Goya. El formato mezcla el humor con las entrevistas, tanto por parte de Rovira como de sus colaboradores, todo hilado por una temática. La del primer episodio fue el amor, por lo que se habló de besos, romances, rupturas y relaciones. Para charlar sobre ese sentimiento universal el programa contó con un invitado que no suele prodigarse en esos términos: el cantante Joaquín Sabina.
El artista recibió al programa en su casa de Madrid y allí charló con el actor y humorista Pepe Viyuela. Considerado “una de las personas que más han hablado del amor en España”. Sin embargo, según Sabina, “ningún filósofo, ningún sociólogo, ningún poeta ha sabido desentrañar lo que es el amor”. Él confesó que para él, el amor es “un elemento maravilloso del ser humano” porque los animales tienen sexo y se reproducen, pero no tienen erotismo”.
Joaquín Sabina abordó lo que ha supuesto para él su boda con Jimena Coronado, su pareja desde hace más de 20 años, con quien se casó en casi total secreto el pasado 29 de junio. Preguntado por Viyuela acerca de cómo consideraba esa boda tardía, si “como un gran éxito o una claudicación”, el autor afirmó que “ninguna de las dos”. “Llevo con Jimena 30 años. Ha estado conmigo en las buenas o en las malas. De gira, si no viene ella no voy. Antes era al revés, ‘sexo, drogas y rock and roll’ y no hay que llevar a la novia ni a la mujer”, reía el músico en el salón de su casa de Madrid.
“En todas mis idas y venidas a los hospitales, incluyendo la última, siempre he pensado: tengo 71 años, si me pasa algo yo quiero que tenga papeles que le den todo tipo de derechos. Y además, cómo la quiero”. Con esa “última”, Sabina se refería a su caída a mediados de febrero en un concierto de Madrid que le llevó a pasar por la UCI y ser operado de urgencia. Sin embargo, él mismo sabía de la excepcionalidad de una boda para el que siempre ha sido considerado un soltero impenitente. “[La periodista de EL PAÍS] Luz Sánchez-Mellado escribió una columna sobre la pandemia y la nueva normalidad que decía que esta nueva normalidad es un desastre: Enrique Ponce se divorcia y Sabina se casa”, decía riendo a carcajadas.
Además de sobre Jimena Coronado, el cantante también contó cuál era la mejor parte de estar enamorado. “Lo mejor es verte en los ojos de otro o de otra no como en el espejo, que te ves tal como eres, en los ojos de la enamorada te ves mejorado”, reía. Lo peor del amor, sin embargo, para él es “todo lo que lleva la posesión o el exceso de posesión, empezando por los celos, malsanos, y acabando por las 42 muertes que llevamos ya este maldito año”. Se refería a 2020, cuando el balance final de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas fue de 45.
Preguntado sobre cuáles son los mejores amores, si los largos, los cortos, los fugaces… Sabina respondía, siempre en un tono medio en broma, medio en serio: “Yo ya no tengo edad para decirlo, pero a mí me ha gustado siempre mucho l’amour fou, el amor loco que echa llamas, que puede durar un instante o tres años… no mucho más de 10 años”.
Reflexionando sobre si el arte condiciona nuestra forma de amar, explicaba: “Como las canciones y todas las formas de arte son hermosísimas mentiras, se hacen para corregir la realidad, que es más gris, más zafia, menos bella, y las canciones además acompañan mucho porque ponen un hombro donde llorar”. Además, para él “las canciones de desamor son más hermosas que las de amor”. “De hecho no hay tantas canciones de desamor y sí miles de desamor, porque son por una parte un consuelo y por otra una venganza. Uno las escribe diciendo ‘A esta tipa asquerosa que me dejó tirao esta canción la va a perseguir toda la vida”. Para él el lado bueno de haber creado esas canciones es que llegan a todos, pero el malo también lo tenía claro, como bromeó: “El lado malo es que yo he hecho mis canciones para conseguir chicas yo, no para que las consiga ese que está en la cuarta fila a través de mí, que me ha costado mi trabajo”.
En la reflexión de si se puede llegar a amar a dos personas a la vez, el músico afirmaba: “Machín tenía razón”, citando su estribillo: “Cómo se puede querer a dos personas a la vez y no estar loco…”. “Yo creo que sí”, reflexionaba, aunque poniendo un pero. “Lo que no se debe es como ha sido mucha tradición en España es tener dos familias. Se puede tener una amante y vivir con cierta dignidad las dos cosas, pero dos familias es un disparate, una locura, te vuelve loco. Pero sí he tenido ciertas simultaneidades. Es agotador. Ahora que está de moda el poliamor, las relaciones abiertas… no tengo nada en contra, pero no me apunto, entre otras cosas porque ya no tiene uno edad” (El País)