Sonora Power 2021
Por Demian Duarte
Me queda claro que el miedo no anda en burro y y si este es pánico a lo que se viene con las elecciones, desde hoy en Sonora quienes tienen todo que perder y echan mano de las más burdas, sucias y absurdas estrategias para según ellos conservar sus posiciones de poder y sus intereses intactos.
En las elecciones estatales y municipales, desde el día 1 de la campaña aparecieron las susodichas campañas negras y lo peor es que lo hacen del lado de uno de los candidatos que ha proyectado su imagen de hombre y político serio, quien propuso disponer y hacer campañas de altura y que ahora ante la dura realidad que presentan las distintas encuestas, ha decidido echar mano de lo peor que tiene al alcance de la mano.
En este caso el equipo de “Va por Sonora”, que impulsa la candidatura de Ernesto Gándara Camou decidió despertar lo peor que Sonora tiene para ofrecer, al apelar al burdo regionalismo, al sucio racismo y xenofobia y a la absurda idea de que los sonorenses somos tontos y nos vamos a tragar sus cuentos, que están más emparejadas con tonterías de juniors, que con estrategias reales de campaña.
Al mismo tiempo, partiendo de la lógica de que lo que no mancha tizna, le han aventado a Alfonso Durazo, su rival más fuerte, algunos intentos de ensuciarlo, como esa historia falsa de que lo investiga la DEA por su paso por la Secretaría de Seguridad Pública.
Lo más gracioso, es que la contra campaña a la que más le han apostado, es a esa en la que intentan hacer aparecer al oriundo de Bavispe como una persona ajena a su estado, cuando es de sobra conocido que sus estudios, sus negocios y su familia los ha desarrollado en la entidad, entre su tierra natal, Agua Prieta y Hermosillo y sobre todo partiendo del hecho de que es un hombre que se ha hecho a si mismo, que no le debe nada a nadie y que ha logrado una meteórica trayectoria a partir de su capacidad.
Al final el mismo Durazo les ha hecho ver que el corresponde a un Sonora que no conocen y no entienden y por eso al final de cuentas están totalmente desconectados del pueblo y sus anhelos. Peor para ellos.
Sin embargo estos sujetos no son capaces de entender, ni asumir, que Durazo Montaño los apabulla en capacidad intelectual, oficio político, compromiso con su gente y cuestionan o critican precisamente la parte a la que le tienen pánico, y es que el candidato morenista está decidido al triunfar, a traerse a Sonora los preceptos, criterios y enseñanzas de su paso por la 4T y en su camino junto al presidente Andrés Manuel López Obrador. Es el miedo a lo desconocido, pero sobre todo a esa lucha contra la corrupción que tanto trabajo les cuesta asimilar, pues va contra su modus vivendi.
El otro caso, también de pánico es hacia la empoderada alcaldesa de Hermosillo, Celida López Cárdenas, a quien sus anteriores amigos del PAN parecen odiar y temer con justificadas razones, pues los conoce y sabe de que pie cojean a la hora de cometer actos de corrupción, cuando no de abierto latrocinio.
Y claro como ahora abiertamente son muy amigos de los priistas, ven a la presidentas municipal como su principal obstáculo para seguir saqueando Hermosillo. Por eso al no tener mayores argumentos le andan queriendo colgar a Celida la responsabilidad por un lamentable accidente ocurrido en la construcción del colector de drenaje de la comunidad de Kino Viejo.
Ese paradójico, porque si bien el municipio de Hermosillo avaló la construcción de ese proyecto, se trata de una obra que es financiada por el gobierno federal y que es ejecutada por el gobierno del estado a través de la Comisión Estatal del Agua, órgano que la asignó a una empresa privada, denominada Edificaciones Boza S.A. de C.V., un contrato de 35 millones de pesos, que para el propietario de esa firma, José Óscar Mazón, puede no ser gran cosa, sin embargo el tema cobra relevancia si entendemos que su compañero de golf, Sergio Ávila, es el director de la CEA y que no tuvo ni que despeinarse para obtener el contrato.
Esta situación del accidente ocurrió el martes de la semana pasada, y la persona que falleció era empleada del mencionado empresario, y la obra es su responsabilidad, sin embargo es la hora en que no asume su responsabilidad y trata de culpar a Celida López, en una jugada que obviamente busca sacar raja política del asunto, siendo que la alcaldesa o el Ayuntamiento de Hermosillo no tienen responsabilidad directa en la obra o en su asignación.
Me queda claro que en estos 2 casos, el miedo y el intento de frenar 2 candidaturas que son exitosas desde su concepción son el motor que mueve a las “mentes geniales” detrás de estas tramas.
Lo que ellos no entienden es que los electorados de Hermosillo y de Sonora no son tontos, y que ese tipo de estrategia lo único que está provocando es el rechazo ciudadano a quienes las promueven.
La fecha al final de cuentas nos es tan lejana, y si por la víspera sacaos el día, hoy todo indica que Morena y la la coalición “Juntos Haremos Historia por Sonora”, con sus candidatos podrían incluso arrasar con todo el cuadro y ahí se incluyen Alfonso Durazo y Celida López.
Ahora entiendo su pánico.
Correspondencia a demiandu1@me.com