Nos da mucho gusto conmemorar aquí, en Paraíso, Tabasco, el cuarto aniversario del triunfo en la elección presidencial del 1º de julio del 2018.
El inicio del periodo de prueba de esta refinería es todo un acontecimiento y un distintivo de nuestra política de transformación. En los 36 años del periodo neoliberal o neoporfirista nunca se construyó en el país una refinería. Durante todo ese tiempo se apostó a vender petróleo crudo y comprar en el extranjero gasolinas, diésel y otros combustibles. De manera deliberada y por corrupción, los gobernantes buscaban destruir la industria petrolera nacional.
No podemos olvidar que acabaron con la petroquímica, que dejaron en estado lamentable las seis refinerías que se construyeron a lo largo de nuestra historia y reformaron la Constitución para privatizar el petróleo, aunque no les alcanzó el tiempo para terminar de entregar todos los yacimientos y consumar esa gran infamia.
Con nuestro triunfo decidimos aplicar una nueva política energética. En materia petrolera el objetivo claro es dejar de exportar crudo y procesar la materia prima en el país para ser autosuficientes en gasolinas y diésel. Por eso, desde que llegamos al gobierno, al tiempo que invertíamos en exploración y extracción de petróleo para frenar, como aquí se ha dicho, la constante caída en la producción, decidimos modernizar las seis refinerías existentes, lo cual nos ha permitido aumentar casi al doble la capacidad productiva, es decir, pasamos de transformar 485 mil barriles diarios a 863 mil al día de hoy, y el año próximo se tendrá capacidad para procesar un millón 200 mil barriles.
A ello debe agregarse que oportunamente se decidió construir esta refinería, como aquí se explicó por Rocío Nahle. Que, en efecto, le dijimos: No son cargos, son encargos y tú te tienes que comprometer a que terminemos esta obra.
Uno de los problemas que se tienen en el gobierno es el que hay una tendencia hacia estar mucho tiempo en el escritorio y en épocas de transformación no es el escritorio, es el territorio lo que vale, lo que cuenta.
Rocío es secretaria de Energía, y sí, es importante su labor, porque esa es una dependencia, una institución normativa de todo el sector energético, pero lo más importante de todo es la ejecución. Es como la política, la política es pensamiento y acción. Y, en tiempos de transformación, pues lo más importante es la acción.
De modo que, como aquí lo explicó Rocío, con tiempo se decidió construir esta refinería. A ello debe agregarse que, oportunamente, también por una circunstancia especial, cuando nos afectó la pandemia en todo el mundo, muchas empresas petroleras decidieron vender sus plantas de refinación, llegaron a haber hasta 20 refinerías en venta en Estados Unidos.
Y la empresa Shell estaba vendiendo tres o cuatro refinerías, pensando de que ya no iba a ser negocio la refinación. Y el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, me planteó de que teníamos la oportunidad de comprar las acciones de Deer Park para que pasara a formar parte del patrimonio petrolero de México.
Y ya aquí se informó, se compró esa refinería y, en seis meses, ya se han obtenido utilidades de más del 50 por ciento de su costo; es decir, este año va a quedar pagada esa refinería, con una capacidad para procesar, igual que esta refinería, 340 mil barriles diarios.
A esto hay que agregar que decidimos reiniciar la construcción de la coquizadora de Tula, que había quedado parada, con una inversión de cerca de dos mil millones de dólares.
Esas decisiones las hemos tomado en varios casos. Imagínense lo que es dejar tirados equipos, que se conviertan en chatarra, cuando se trata de inversión pública, dinero del presupuesto, dinero del pueblo. Entonces, resolvimos reiniciar la construcción de la coquizadora de Tula y, como aquí lo constatamos, se firmó ahora el contrato para terminar en agosto —porque no se puede antes, aunque vamos a estar buscando adelantar la inauguración—, en agosto del 24 otra coquizadora en Salina Cruz, Oaxaca.
Con todo ello nos estamos preparando para dejar de importar gasolina, diésel y turbosina, ser autosuficientes, crear empleos en el país y dedicar estos combustibles al mercado interno y al desarrollo nacional. Es un cambio profundo, un gran viraje, de vender el petróleo crudo a transformar la materia prima, producir los combustibles y venderlos en el mercado interno.
En otras palabras, no hicimos caso al canto de las sirenas, las voces de los que pronosticaban, de buena fe, tal vez, el fin de la era del petróleo y la llegada masiva de los carros eléctricos y de las energías renovables.
Aclaro que ese avance tecnológico más temprano que tarde se convertirá en realidad con el apoyo de los pueblos y de los países del mundo, y que será benéfico, sin duda, para la salud y el medio ambiente. Es claro que, para llegar a ello, todavía falta tiempo.
Y vuelvo a la política que, entre otras definiciones, establece o se define también con el manejo adecuado de los tiempos; la política es tiempo.
En general, poco a poco hemos venido recobrando la rectoría del Estado en la planeación y el desarrollo nacional. Al igual que Pemex, también hemos venido rescatando la Comisión Federal de Electricidad. La privatización de la industria eléctrica fue tan brutal, que empresas extranjeras, como Iberdrola, llegaron a tener más influencia que la propia Comisión Federal de Electricidad.
Desde el gobierno de Salinas se dio preferencia, en las reformas a las leyes y a la Constitución, a las plantas de generación de empresas particulares, sobre todo extranjeras. Se les concedían permisos y concesiones, se les financiaba con la banca de desarrollo nacional, recibían subsidios y le daban prioridad en las líneas de transmisión:
Primero subían la energía que se producía en las plantas particulares por encima de la empresa del Estado, con la excusa o pretexto de que producían energía limpia y renovable, mientras la Comisión Federal de Electricidad, según ellos, producía energía sucia. Era la empresa pública ninguneada, al grado que no se consideraba como energía limpia y renovable la producida en las plantas hidroeléctricas, cuyas turbinas permanecían apagadas o subutilizadas.
Todo esto se ha venido corrigiendo, aun con la actitud atrasada, retrógrada y antipatriota de una buena cantidad de legisladores y de algunos jueces, magistrados y ministros. Sin embargo, según la última resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha quedado de manifiesto que la planeación en materia eléctrica corresponde a la Secretaría de Energía y que las plantas de la Comisión Federal de Electricidad pueden operar a toda su capacidad.
Además, se ha declarado como fraude a la ley la práctica tramposa de hacer pasar como empresarios del sector eléctrico a grandes consumidores de energía, lo que les reportaba beneficios, privilegios, subsidios, en la forma de tarifas más bajas que las pagadas por los consumidores domésticos.
Tanto en el rescate de Pemex, como en el de la Comisión Federal de Electricidad, los técnicos y los trabajadores de estas dos empresas públicas han tenido un papel fundamental; no hubiésemos podido cambiar la política energética sin el apoyo, el respaldo, de los técnicos y de los trabajadores de México.
Agradezco la actitud, la ayuda, la cooperación de los dirigentes sindicales de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad, así como la participación responsable y profesional de pequeñas, medianas y grandes empresas de la construcción, los que nos han ayudado con las nuevas tecnologías, los transportistas y empresarios de todas las ramas de la economía.
Me da gusto, por ejemplo, que en esta refinería y en otras obras esté participando la empresa ICA, que tiene un historial de experiencia, de profesionalismo, muy importante, a veces por periodos eclipsados por malas decisiones, pero podemos decir que ahora ICA está en su mejor momento, una empresa que es orgullo en la construcción de obras en nuestro país y en el extranjero.
También quiero hacer un reconocimiento, un homenaje al empresario más austero y más institucional de México, que es también nuestro orgullo, Carlos Slim, que nos acompaña.
También en sólo tres años y siete meses de gobierno hemos avanzado en la construcción de obras de infraestructura con inversión pública, sin contratación de deuda:
Ya inauguramos el aeropuerto ‘Felipe Ángeles’, ahora los ingenieros militares están iniciando el de Tulum, Quintana Roo.
Estamos construyendo más de mil 500 kilómetros de vías para el Tren Maya. Esto incluye también la construcción de los trenes en Ciudad Sahagún, Hidalgo.
En todo esto pensamos en la creación de empleos, en que se genere trabajo. Y el ejemplo está aquí, en Tabasco y en el sureste. Por décadas, Tabasco estuvo en los últimos lugares en creación de empleos, y ahora es de los estados que más genera empleos, y así otros estados del sureste: Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo. Estamos haciéndole justicia al sur sureste de México, porque el sur también existe.
Teníamos la preocupación. Estamos en la fase constructiva, todos ustedes lo saben, la industria de la construcción es muy noble, porque en muy poco tiempo, rápido se reactiva la economía, se generan muchos empleos, se apoya a los trabajadores, pero se termina la fase constructiva y ya no es lo mismo. Esta refinería, en promedio ocupó alrededor de 25 mil trabajadores diarios, pero va a ser operada por mil 500 especialistas.
¿Qué vamos a hacer con los 23 mil 500 que van a demandar trabajo? Por eso están muy contentos y son extraordinarios. Que vivan los trabajadores.
Bueno, pues ya, por eso lo de la coquizadora en Salina Cruz, porque son de ocho a 10 mil empleos. Aquí está el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, está recibiendo esta buena noticia.
Y también ya viene la fase de más demanda de mano de obra en el Tren Maya. Entonces, no se van a quedar sin trabajo los que ya hicieron su obra aquí, en Dos Bocas.
Continúa en marcha, por eso, el proyecto de los parques industriales, la modernización de puertos y la construcción del tren del Istmo de Tehuantepec.
También vamos a rehabilitar las vías férreas y los puentes de Coatzacoalcos a Palenque, es la vía del ferrocarril, ya también se decidió llevar a cabo esta obra desde Coatzacoalcos a Palenque y de ahí vamos a tener la conexión ya con el Tren Maya. Esta obra está a cargo de Secretaría de Marina, que está aquí nuestro almirante, él es el responsable.
También vamos a iniciar la rehabilitación de la vía férrea de Ixtepec, del istmo hasta la frontera con Guatemala.
Mi compromiso es lograr en 2024 el renacimiento de los ferrocarriles de pasajeros con una red de dos mil 600 kilómetros en todo el país.
Avanzamos también en la construcción de obras hidráulicas para el desarrollo agropecuario, para la producción de energía y la disponibilidad de agua de consumo doméstico:
Llevamos el 55 por ciento de la construcción de la presa de Santa María en Sinaloa.
Estamos trabajando para dejar 100 mil hectáreas de canales y sistemas de riego en Nayarit, Sinaloa y Sonora.
Se resolvió el problema de la presa El Zapotillo, en Jalisco.
Se han iniciado las obras del programa Agua Saludable para La Laguna.
Se trabaja en la presa ‘Libertad’, en Nuevo León, y en los acueductos de La Concordia, Sinaloa; en Xpujil, Campeche, y en Guadalajara, Jalisco,
Asimismo, se lleva a cabo un amplio programa de dragados de ríos, de desazolve. Aquí también quiero hacer el reconocimiento a la Secretaría de Marina por todo este trabajo. Se han adquirido dragas como no se había hecho en otros tiempos, y se están desazolvando los ríos, arroyos, se están construyendo bordos y otras obras para proteger a la gente de las inundaciones.
Por cierto, ya se está atendiendo a 20 mil familias afectadas por el huracán Agatha en la costa de Oaxaca.
Aprovecho para agradecer el apoyo excepcional de las Fuerzas Armadas, tanto de la Secretaría de la Defensa como de la Secretaría de Marina en casos de desastre. Los oficiales, los soldados, marinos, sus efectivos han sido y seguirán siendo los primeros en llegar allí, donde se necesita el auxilio urgente a la población.
Se continúa apoyando al medio rural. Los programas Sembrando Vida, Producción para el Bienestar, Precios de Garantía, fertilizantes y ayuda a pescadores benefician a tres millones 500 mil campesinos, incluyendo sus familias.
Además, esta acción en las circunstancias actuales, es fundamental para garantizar la producción de alimentos y mitigar los efectos de la inflación, la cual se agravó por la pandemia y recientemente por la guerra en Ucrania.
La enseñanza mayor… que no se nos vaya olvidar esa lección, porque eso también hace la diferencia entre el modelo neoliberal que se impuso y lo que nosotros estamos llevando a la práctica.
Antes se decía: ‘En un mundo globalizado no interesa producir en el país, no interesa fomentar el campo’; alguien llegó a decir que la mejor política industrial era la que no existía, porque se tenía esa idea. No, lo que tenemos que hacer es buscar la autosuficiencia.
La enseñanza mayor que nos están dejando estas calamidades es que resulta estratégico e indispensable buscar la autosuficiencia energética y alimentaria; en otras palabras, producir en México lo que consumimos.
La otra gran lección estriba en nunca de dejar de atender los sentimientos y las necesidades de la gente, tanto por humanismo, que es lo principal, como para cumplir con la tarea de transformación.
Por las dos razones, porque tenemos que ser fraternos, solidarios, y por cuestiones políticas —para poder gobernar—, es indispensable beneficiar al pueblo, porque solamente así se puede contar con su apoyo para la tarea de gobierno. No se puede dar la espalda a la gente.
El triunfo de una revolución de las conciencias y una revolución moral, pacífica y duradera sólo es posible con un programa social atrevido, no sólo que convenza, sino que conmueva y haga posible el empuje y el respaldo de la gente. Esa es la clave.
Ya son 25 millones de familias que reciben de manera directa al menos uno de los Programas para el Bienestar que se están implementando. Es decir, se benefician de una pensión 10 millones 500 mil adultos mayores, esto no existía. Es un orgullo poder decir que todos los adultos mayores después de los 65 años tienen una pensión.
Y también es muy humano poder ayudar a un millón de personas con discapacidad, que también reciben pensión.
Como nunca, estamos otorgando 11 millones de becas desde el preescolar hasta el nivel de posgrado.
Hemos llegado a la meta de garantizar trabajo como aprendices a dos millones 300 mil jóvenes.
Y, como ya dijimos, tres millones 500 mil campesinos y pescadores obtienen un jornal para que siembren, para que cultiven sus tierras, y se les apoya con un recurso económico de manera periódica.
Si a ello agregamos los sueldos y prestaciones de maestros, médicos, soldados, marinos y otros servidores públicos, tenemos que al 80 por ciento de los hogares de México llega sin intermediarios cuando menos una pequeña cantidad del presupuesto público.
El resto de la población también se beneficia de manera indirecta, porque no olvidemos que la paz es fruto de la justicia. Si se garantiza el bienestar de la mayoría del pueblo, hay paz, hay tranquilidad, podemos todos vivir sin miedos y sin temores. Combatir la pobreza no es un gasto, es una inversión y, repito, una inversión que tiene que ver con lo humano, que es lo mero principal.
También, si el grueso de la población dispone de algún dinero para gastar, se beneficia la industria, se beneficia el comercio, se fortalece el mercado interno, se ayudan empresas, profesionistas, artesanos, comerciantes; incluso, trabajadores informales.
Hemos vacunado a 89 millones 69 mil 598 personas contra el COVID-19, lo cual nos ayudó a salvar muchas vidas. Y ahora, cuando la pandemia rebrota sin su gravedad original y sin dañar tanto como antes, estamos dedicados a levantar el sistema de salud pública para contar con buenas unidades médicas, centros de salud, clínicas, hospitales, con médicos generales, especialistas, con medicamentos suficientes y estudios clínicos, y con todo el personal médico, porque es un compromiso, basificado. Así, antes de terminar nuestro gobierno haremos realidad el mandato constitucional del derecho gratuito y universal a la salud.
Lo mismo estamos haciendo en lo educativo:
Hemos basificado a 400 mil trabajadores de este sector.
Se aumentaron los sueldos a maestras y maestros.
Estamos mejorando los contenidos de los libros de texto.
Y se han entregado hasta ahora a las sociedades de madres y padres de familia presupuestos para el mantenimiento de 68 mil escuelas.
Continuamos apoyando la cultura, el deporte, cuidando el medio ambiente.
Reitero, no hemos otorgado ninguna concesión minera.
No se permite el fracking ni el maíz transgénico.
Hemos creado parques ecológicos de recreación y cultura.
Declaramos dos reservas naturales y están en proceso seis más.
Añado que el programa de reforestación de México, y este es otro timbre de orgullo, el programa de reforestación que estamos aplicando en México es el más importante del mundo. Implica sembrar mil 200 millones de árboles en un millón 100 mil hectáreas con una inversión de mil 450 millones de dólares anuales. Ni Estados Unidos, ni en China, ni en Rusia ni en ningún país se invierte en reforestación esta cantidad.
También, procurando el bienestar de todos y en particular de los más necesitados, se ha garantizado la gobernabilidad y sigue siendo nuestra prioridad conseguir el anhelado propósito de vivir en paz, con tranquilidad.
Al respecto, puedo informar que desde el inicio de nuestro gobierno hasta la actualidad hemos reducido los delitos del fuero federal en 30 por ciento.
Ha disminuido, y eso es lo que más nos ha costado; de todas maneras, ya hay una tendencia a la baja, hay una disminución en homicidios dolosos del cinco por ciento.
El secuestro se ha reducido en 44 por ciento.
El robo de vehículo también en 40 por ciento.
El robo en general en 24 por ciento.
Falta mucho por hacer en esta impostergable y justa demanda popular, pero estamos seguros que seguiremos avanzando, porque trabajamos todos los días; estamos unidos, hay profesionalismo, no se permite la corrupción ni la impunidad. Y, lo más importante, estamos atendiendo las causas de la violencia, en especial las necesidades del pueblo y de los jóvenes para evitar que se vean obligados a tomar el camino de la delincuencia por falta de espacios educativos y laborales para conseguir un modo honrado de trabajar, vivir y de ser felices.
En materia económica, a pesar de la crisis desatada por la pandemia y ahora por la guerra en Ucrania, estamos saliendo adelante.
Desde que llegamos, el peso no se ha devaluado, como siempre sucedía. Nuestra moneda es la más fuerte en América Latina y se ha apreciado más que el euro en el tiempo que llevamos.
La economía creció en uno por ciento en el primer trimestre del año.
La inflación al cierre de mayo fue de 7.6 por ciento, un punto menos que en Estados Unidos y medio punto menos que en Europa. Aunque este es un asunto que tenemos que atender, ya lo estamos haciendo, porque no tiene el mismo resultado el aumentar salarios, que haya más ingresos, con inflación; se pierde el poder adquisitivo, por eso tenemos que enfrentar el problema inflacionario.
Están inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social 21 millones 68 mil 708 trabajadores, con un salario promedio de 14 mil 600 pesos mensuales.
El salario mínimo ha crecido durante nuestro gobierno 67 por ciento en términos reales.
Por reformas legales que impulsamos, como no sucedía en nuestro país, los trabajadores de México recibieron en 2021 reparto de utilidades de las empresas por 183 mil 248 millones de pesos, 109 por ciento más con respecto al año anterior.
El índice de la Bolsa de Valores ha aumentado en 14 por ciento.
Las reservas internacionales del Banco de México también en 14 por ciento.
La inversión extranjera en el primer trimestre alcanzó la cifra histórica de 19 mil 428 millones de dólares, va a seguir creciendo la inversión extranjera. Bueno, acabamos de suscribir acuerdos con ese propósito.
Hay una circunstancia especial en el mundo, y México es un país muy atractivo para la inversión extranjera, y nosotros tenemos abiertas las puertas a la inversión extranjera como a la inversión privada, porque para sacar adelante al país se requiere de la inversión pública, que es importantísima, que se había soslayado; la inversión privada, nacional y extranjera, y el sector social de la economía. Que no se les olvide que podemos tener capital, pero si no tenemos trabajadores no salimos adelante, los trabajadores son fundamentales para el desarrollo de nuestro país.
Las remesas en 2021 llegaron a 51 mil 594 millones de dólares y en los primeros cinco meses de este año se han incrementado en 17 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, lo cual puede significar que en diciembre se alcance la cifra de 60 mil millones de dólares. Gracias, paisanas y paisanos.
El precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación lleva cuatro meses por arriba de 90 dólares el barril, lo que nos ha permitido mantener sin aumento el precio de las gasolinas, el diésel y la electricidad, inclusive la gasolina en nuestro país es más barata que en Estados Unidos y cuesta la mitad que en Europa.
La relación con pueblos, países y gobiernos del mundo es inmejorable. Visitamos a nuestros hermanos de Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba.
Aun cuando no asistí a la Cumbre de las Américas, por razones que expuse reiteradamente, nos representó ahí el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Es buena la comunicación y es respetuoso el trato con el presidente Biden y con sus colaboradores. Además de ser amigos y vecinos, nos une el compromiso de trabajar juntos para el desarrollo económico, comercial y social de nuestras dos naciones.
El 11 de julio nos volveremos a encontrar con el presidente Biden en Washington para tratar asuntos de interés mutuo, como el de la integración de todos los países de América con respeto a las soberanías, el apoyo con visas temporales de trabajo y Programas de Bienestar para los países de Centroamérica. Algo que consideramos importante, un plan conjunto para enfrentar el problema inflacionario, así como temas de migración, derechos humanos, no violencia, combate a la desigualdad, a las drogas y a la corrupción.
Amigas y amigos:
Me tardé, pero ya estoy terminando. Hoy, a cuatro años del triunfo de nuestro movimiento democrático, podemos afirmar que no fue en vano el esfuerzo de nuestros antepasados, precursores y protagonistas de esta transformación popular justa, igualitaria, honesta y libertaria.
Estamos logrando algo que escribí hace algunos años, antes de llegar a la Presidencia. Decía que en las nuevas circunstancias que se iban a crear cuando llegáramos al gobierno ‘nuestros adversarios tendrán que entender que ningún grupo, por importante y poderoso que sea, seguirá conspirando contra la paz social en beneficio propio, nada ni nadie puede valer más que el bienestar y la felicidad del pueblo.
‘El nuevo gobierno democrático garantizará las libertades y cada quien podrá dedicarse a la actividad que más le satisfaga y convenga, pero obviamente todos tendremos que ceñirnos a la nueva legalidad y a reglas claras. Se podrán hacer negocios, pero no habrá influyentismo, ni corrupción, ni impunidad.
‘El presupuesto será realmente público, se dará preferencia a los pobres, se cuidarán los recursos naturales, la riqueza de la nación y los frutos del trabajo de los mexicanos se distribuirán con justicia, y nunca más se permitirá que los privilegios de pocos se sustenten en la opresión, la inseguridad y la miseria de millones de mexicanos.’
Hasta ahí la cita.
De modo que nuestros adversarios nos pueden acusar de todo lo que se les ocurra, pero no de ser incongruentes o de actuar sin apego a ideales y principios. Los hechos hablan por sí solos.
Y antes de terminar, expreso aquí una aclaración pertinente:
Esta obra de transformación la estamos haciendo entre todos, con trabajo creativo, sin excluir a nadie, con la inteligencia, con el trabajo de obreros, de campesinos, con la participación de hombres y de mujeres, pensando siempre en el porvenir de las nuevas generaciones, con mucho amor al pueblo y siempre, siempre, a favor de la grandeza de México.
Muchas gracias.