Sonora Power por Demian Duarte, se publica en SDP Noticias
Lo he dicho en varias ocasiones, pobre de Sonora tan lejos del centro del país y tan cerca de los Estados Unidos.
Nuestra realidad por décadas es la de que estamos muy alejados del epicentro en la toma de decisiones del país, lo que nos trajo como consecuencia atrasos, falta de infraestructura y abandono.
El problema es que por más gobiernos y nuevas visiones que llegaran, la realidad de Sonora siguió siendo esa, un estado con todos los elementos, pero sin opciones. Ningún gobierno quiso nunca hacer las cosas y eso generó una cultura de no moverse y no hacer nada, pues todo resultaba inútil u ocioso.
Tan así que las distintas actividades productivas del estado, con buena reputación y buenos grados de desarrollo comenzaron a deteriorarse, la agricultura, la ganadería y la pesca, actividades en las que Sonora es líder cayeron en inercias.
Hoy en día los productores del campo siguen de manera inexplicable cultivando trigos cristalinos, a pesar de que no existe un mercado en México que los requiera. La lógica es que en esos cultivos les iban a llegar apoyos de Procampo, avíos, precios de garantía y demás esquemas, sin importar que ni hubiera mercado, y sin tampoco resultar trascendente que sea un cultivo que por sus características necesite de cantidades extraordinarias de agua.
Los ganaderos de bovinos de Sonora siguen un esquema similar, disponen de fama, de pie de cría de excelente calidad, de clima y condiciones únicas, pero producen ganado en pie para exportarlo vivo a Arizona, Nuevo México, California o Texas, el objetivo es que sean los rancheros estadounidenses quienes lo engorden, lo sacrifiquen y procesen, y que después el producto para consumo llegue de regreso congelado, algo similar a cultivar naranjas y venderlas, para después comprar el jugo.
Los grandes pescadores igual, vamos incluso en años recientes ante la cancelación de subsidio para diesel de la flota de altamar prefirieron dejar sus barcos anclados, argumentando que les costaba más salir a pescar que dejarlos en el muelle.
Mi estado tiene quizá la economía más diversificada del país, con esas actividades primarias como parte de la iconografía del ser sonorense, vamos en el escudo del estado aparecen esas actividades junto al sector minero, quizá el único que sigue voyante como generador de enormes riquezas.
Pero la economía de Sonora se transformó en estos años de manera desigual, el sector primario representa apenas el 8 por ciento del producto estatal, mientras el minero y su proveeduría es el 52%; industria, comercio y servicios completan el cuadro.
La realidad de las cosas es que los sonorenses vivimos en un estado que tiene abundancia de todo, desde territorio hasta paisajes, playas (840 kilómetros) vocaciones productivas, industria automotriz, manufacturera, redes de proveedora de primer nivel para el sector minero, somos el tercer estado más conectado a internet, pero seguimos en el atraso.
Quiero pensar que nunca ningún proyecto buscó la armonía entre los distintos sectores, y que tampoco se procuró tener a Sonora en el mapa, lo cual resulta paradójico. Imagine usted que Sonora además de todo lo ya descrito, tiene una frontera de 540 kilómetros con Arizona y otros 40 con Nuevo México, dos de las entidades de mayor creciente en Estados Unidos y que encima de ello es colindante con la dorada California, la primer economía del vecino país del norte.
Súmele que Sonora tiene 6 puertos fronterizos (Nogales, San Luis Río Colorado, Sonoyta, El Sásabe, Naco y Agua Prieta) y un puerto de altura, que es Guaymas, infraestructura y conexiones desaprovechados en su inmensa mayoría.
De hecho hoy Guaymas es noticia por la violencia que padece, sin embargo creo que es justo identificar que Sonora tiene todo el potencial para convertirse en el centro logístico por excelencia en el noroeste mexicano.
Nuestra salida al Océano Pacifico, vía Guaymas, nos da todo.
Habrá que agregar que ya hay un plan para rehabilitar el puerto con una inversión de 3 mil 500 millones de pesos, que se suman a un plan para desarrollar un corredor fiscal y rehabilitar la zona urbana de Nogales (sacando el ferrocarril del centro de la ciudad y construyendo una tercera aduana) a costo de otros 5 mil millones de pesos.
Añada usted el plan de unir vía carretera a Guaymas con Chihuahua, con otra inversión —en este caso multimillonaria— de 14 mil millones de pesos.
La lógica del gobierno de Alfonso Durazo Montaño, que para esto ya sumo fuerzas con María Eugenia Campos de Chihuahua y con los gobernadores de la zona del Pacífico, es relanzar a Sonora como el centro logístico por excelencia del noroeste de México, aprovechar sus ventajas competitivas y la ubicación estratégica.
Es una visión sin duda osada, pero en tiempos complejos, es lo que se necesita.
Sonora bien puede ser uno de los epicentros del nuevo impulso de México como la economía emergente que queremos, a, final ya se hizo en Tabasco una refinería, ya se desarrolla el Transítsmico entre Oaxaca y Veracruz, ya se hizo el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, y está en marcha el Tren Maya.
De extremo a extremo del país, Sonora es una de las respuestas.
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