Con 32 años y fama de seria y directa, la presidenta del emporio del maíz Grupo Minsa y de otro puñado de empresas, será el puente entre la iniciativa privada y la próxima Administración.

Abogada, heredera de un imperio de maíz y, próximamente, el punto de enlace entre los empresarios y el Gobierno de Claudia Sheinbaum. La empresaria jalisciense Altagracia Gómez Sierra ha vuelto a acaparar titulares, tras su nombramiento como coordinadora del Consejo Empresarial del sexenio que viene. Su nombre resonó en los pasillos políticos y financieros desde que se convirtió en asesora económica de la morenista, durante su campaña presidencial, sin embargo, su figura ha cobrado aún mayor impulso después de la victoria del 2 de junio. La joven, de 32 años, trabajó desde el primer momento codo a codo con Sheinbaum para tender lazos con la iniciativa privada, de ello dan cuenta las fotografías difundidas con los capitanes de Walmart o Black Rock. Su evidente cercanía con la próxima inquilina de Palacio Nacional la llevó incluso a sonar en las quinielas a posible candidata a la Secretaría de Economía o Turismo. La semana pasada, Sheinbaum desveló la interrogante al colocarla al frente de este consejo empresarial, un cargo honorario que tendrá como prioridad potenciar la inversión en México. Sus allegados coinciden en que es una mujer de negocios muy inteligente, dedicada y, pese a ser seria y directa en sus preguntas, también tiene un trato afable y escucha con mucho detalle a sus pares.

Su ascenso en los negocios ha estado estrechamente ligado al emporio de su padre, el político y empresario, Raymundo Gómez Flores. La egresada de la Escuela Libre de Derecho, y con distintos programas en la Real Academia de Oxford y en Harvard Business School, comenzó desde los 13 años a marcar su propia historia en el seno de las compañías familiares. En entrevistas previas ha dado a conocer que una de sus primeras tareas fue el monitoreo de noticias sobre las compañías del grupo y sobre su padre, quien a mediados de 2005 barajaba la idea de contender por la gubernatura de Jalisco. La adolescente, que comenzó leyendo noticias sobre maíz, vivienda y transporte y decidió estudiar Derecho porque ya había demasiados financieros en su familia, ahora es presidenta de Grupo Minsa, el segundo productor mundial de masa de maíz y encabeza también el Grupo Promotora Empresarial de Occidente. A través de este conglomerado y de otros holdings ella y su familia son dueñas de las firmas GIG, Dina, AP Solutions, Campo Fino, Siembra Capitales, Mercader Financial, entre otras, y también poseen desarrollos turísticos en Acapulco y Nayarit. A inicios de este año, la revista Expansión incluyó a Gómez Sierra como una de las 100 mujeres más poderosas de México.

La actual presidenta de Grupo Minsa forma parte de un linaje empresarial del occidente del país con más de 57 años de recorrido. Su abuelo, Alfonso Gómez Somellera, comenzó con lavanderías industriales en Guadalajara (Jalisco) y recorridos turísticos que iban a Chapala, Ajijic y Tequila. Tras la muerte de su padre, en 1968, su hijo Raymundo Gómez asumió las riendas de estas empresas e, incluso, abrió el abanico de negocios a otros sectores como el inmobiliario, transporte, agroalimentario y financiero. Las oportunidades de la familia en el mundo empresarial se consolidaron a finales de los ochenta y principios de los noventa, justo en la época en la que el país atravesaba una ola de privatizaciones de las empresas públicas durante los mandatos priistas. En esa época, se hicieron de Minsa, en 1993, y en 1995 de Almacenadora Centro Occidente, que años más tarde se convertiría en Almacenadora Mercader (Almer), firma que ahora también preside Gómez Sierra. Posteriormente, el patriarca Gómez Flores pasó a la palestra política al convertirse en senador por el PRI.

Como su padre, quien pasó del mundo de los negocios a la arena política, Gómez Sierra apostó por el proyecto de Claudia Sheinbaum desde los inicios de su campaña presidencial. La empresaria ha declarado de propia voz que la primera vez que conoció a Sheinbaum fue en una de las audiencias públicas que llevaba a cabo como jefa de Gobierno de Ciudad de México. Gómez Sierra acudió a esta tribuna porque le interesaba una licitación de transporte público de la capital, pero no estaba totalmente de acuerdo con las bases de la licitación. Como la propia empresaria confiesa, la exjefa de Gobierno de la capital no recuerda este primer contacto, sin embargo, fue la propia Sheinbaum quien en 2022 se acercó a ella para pedirle su opinión sobre la inflación desbocada en México ese año y en particular, sobre el alza de los precios de la tortilla.

En una entrevista previa a las elecciones presidenciales en México a este diario, Gómez Sierra esbozó las prioridades de la política económica de Sheinbaum: continuidad en los principios de la autodenominada “economía moral” del Gobierno actual de López Obrador, responsabilidad fiscal absoluta para mantener los niveles de deuda, así como el respeto a la autonomía del Banco de México. En esta charla, la empresaria precisa que construir un segundo piso del obradorismo no significa replicar el primero: “Habrá continuidad, pero con cambios”, declaró.

Lorenzo Meyer Falcón, consejero independiente de Pemex, celebra la designación de Gómez Sierra como enlace entre la próxima Administración y la iniciativa privada. El internacionalista refiere que es un perfil que combina una cercanía con el proyecto de Gobierno de Sheinbaum, pero que también sabe hablar el lenguaje de los empresarios, un rasgo que se había perdido en la reciente Administración. “Altagracia Gómez es una abogada brillante y tiene una muy buena experiencia al frente de los consejos de sus empresas. Yo creo que lo que vamos a ver con ella es mucha eficiencia y una gran cercanía con la doctora (Sheinbaum), habla poco y pregunta con grandísima precisión”, zanja.

Miguel Ángel Landeros, presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce) de Occidente, destaca que sea una jalisciense la que haya sido nombrada para este cargo. “Eso es muy significativo porque Jalisco representa una entidad económica importante para México”, indica. El presidente del Comce Occidente señala que conoce a la futura coordinadora empresarial de Sheinbaum desde hace muchos años dada su cercanía con su padre, y que desde su adolescencia fue una joven involucrada en los negocios de la familia hasta convertirse en una de las empresarias más dedicadas del Estado. “Creo que va a tener un papel más serio que el que tuvo en su momento Alfonso Romo, quien no pudo conseguir que le escuchara el presidente López Obrador sobre los temas de los que le hablamos y yo tengo la esperanza de que en el próximo Gobierno sea muy diferente. Gómez Sierra es una empresaria seria, muy dedicada, este es un nombramiento honorario y ella va a seguir al frente de sus empresas, pero estoy seguro de que va a estar a la altura del puesto que va a representar”, concluye.

Criada bajo el seno de uno de los conglomerados empresariales familiares más representativos de México, con un portafolio de negocios inmobiliarios, turísticos, financieros, de logística, transporte y almacenaje, ahora Gómez Sierra deberá mirar al exterior y tender puentes entre el próximo Gobierno y la diáspora de empresas locales y extranjeras que, de la mano del nearshoring, buscan apalancarse en el país.

Tomado de El País.

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