El secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, sostuvo que en la última etapa del sexenio se mantiene un equilibrio de las finanzas públicas y existe un seguimiento puntual para determinar si se requieren ajustes en el ingreso o en el gasto. En la actual administración, se instrumentaron mecanismos de manejo de las finanzas propios, que no siguen ninguna regla internacional ni ninguna receta, es totalmente hechura propia.

Destacó que el nivel de deuda que se dejará al nuevo gobierno equivale a 48.6 por ciento del producto interno bruto (PIB), pues se rigió por la determinación de mantener una deuda estable. Mencionó que como parte de los cuatro ejes en el manejo del ingreso-gasto se destinaron 5 billones de pesos en el sexenio a impulsar el desarrollo regional, se orientaron los egresos al apoyo de la población que se encuentra dentro de los tres últimos deciles de ingresos mediante programas sociales y, para complementar, un incremento al salario mínimo de 114 por ciento en términos reales.

Durante la presentación de un balance final de la conducción administrativa de este gobierno, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, sostuvo que se instrumentó una estrategia de endeudamiento anclada y que no represente una presión a las finanzas futuras. Enfatizó que México es uno de los pocos países que mantienen su nivel de deuda por debajo de 50 por ciento del PIB dentro de los que conforman el G-20, las economías más grandes del mundo.

Yorio aseguró que ha habido un manejo de la deuda estable, sostenible y responsable que permite al país tener menos dependencia del exterior. México cuenta con un portafolio diversificado en los mercados nacionales e internacionales; mercados de deuda sostenible que otorgan mejores condiciones de financiamiento.

Consideró que se tiene la ventaja de contar con la confianza de inversionistas y calificadoras, lo que favorece la diversificación con instrumentos de sostenibilidad.

El subsecretario recordó que el único momento en que el nivel de deuda creció fue durante la pandemia de covid-19, cuando se alcanzó un porcentaje de 50.2 por ciento del PIB, mismo que se ha logrado reducir paulatinamente. Aun así, aseguró que en ese 2020, México fue uno de los países que menos se endeudaron en el mundo con 4.9 puntos porcentuales ese año, por debajo de los 10 puntos porcentuales que adquirieron Estados Unidos y España.

A pesar de ello, la contratación de deuda se mantuvo por debajo de los ocho puntos porcentuales que, en promedio, se endeudaron las pasadas administraciones. Informó que en este sexenio, la contratación de deuda rondará 900 millones de dólares con organismos financieros internacionales, en contraste con los 7 mil 300 millones de dólares que se adquirió en el sexenio de Peña Nieto.

Ramírez de la O agregó que se trabajó en dar certidumbre a quienes tienen que tomar decisiones económicas, y ésta se da con herramientas administrativas: el T-MEC, el aseguramiento de que haya suficientes ingresos tributarios, la simplificación fiscal y cuando hay que intervenir en los precios de la gasolina (La Jornada).

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