Carlos Guzmán | Corresponsal CDMX.- Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado y Alejandro “Alito” Moreno, senador del PRI, se alzaron la voz y casi llegan a los golpes, en medio de la declaratoria de validez de la reforma de “supremacía constitucional”.
“Alito” Moreno, presidente del PRI, subió a la Mesa Directiva para encarar a Fernández Noroña y reclamarle que no abrió el debate para discutir esta declaratoria.
El dirigente del PRI, no solo le reclamó la falta de debate, sino que no le dio la palabra.
⁃ Vaya a su curul y dígame desde su curul lo que… No me ponga el dedo encima. No me ponga el dedo encima, le dijo Fernández Noroña a “Alito” Moreno.
Alejandro Moreno le alzó la voz a Fernández Noroña, “a mí no me grites. A mí no me grites”.
⁃ No me ponga el dedo encima, le reviró el presidente del Senado. “Respeto a la Presidencia”, le exigió.
“A mi no grites”, le insistió Moreno Cárdenas. “Date a respetar”, le exigió.
“No me toques”, le gritó Fernández Noroña.
Mientras, Lucía Trasviña, senadora de Morena, le exigía a “Alito” Moreno “respeta al presidente”.
El presidente del Senado tuvo que calmar a la senadora Lucía Trasviña, que pretendía hacerse de palabras con la senadora del PRI, Karla Toledo.
Después de que los ánimos se serenaron, a “Alito” Moreno se le concedió la palabra y en tribuna dijo “no sólo sean buenos para gritar y para obedecer, sean buenos para debatir, para pensar en este país. A ustedes la historia no los absolverá, la historia los va a juzgar”.
Enseguida, aludió a Adán Augusto López Hernández e Ignacio Mier, coordinador y vicecoordinador de Morena, respectivamente.
“Cuando Nacho hablada de la Ley Herodes, Nacho era del PRI y ya se le olvidó que Adán también fue presidente del PRI, y les puedo nombrar a todos los priístas que hay aquí…”.
Ignacio Mier pidió la palabra para alusiones.
“Es de pena ajena que ese gran partido producto de la Revolución, se haya convertido en una caricatura y que el personaje que creó que esa caricatura sea originario de Campeche, lo llevó a las condiciones más deplorables que pueda haber en el régimen democrático de partidos.
… Son analfabetas funcionales… Quizás el vocabulario amplio que tengo no me alcanzaría en la tribuna para cualificar a quien es el dirigente y lo llevó a la tumba a ese partido político.
Y hoy que son, a las personas se les juzga por sus hechos y si lo pones en la balanza que triste realidad, es de pena ajena y si llevan veladoras, flores el Día de Muertos han colaborado en mucho a la muerte del PRI”.
También, el coordinador de Morena, respondió a la alusión.
“Efectivamente fui aludido por el enterrador, siguiendo la palabra del clásico Ignacio Mier. Primero, nada más una moción de ilustración: sobran ya dos, somos 87 y no estamos tan lejos que la semana próxima seamos 89, lo vamos a hacer realidad, la profecía al senador Manuel Velasco.
Nunca fui presidente fui secretario general del PRI y no me avergüenza, lo que me avergonzaría hoy es el dirigente, incluso militante de ese partido en extinción…”.