Sonora Power por Demian Duarte
De manera silenciosa, México podría propiciar una revolución tecnológica ligada a la cadena de la electromovilidad, muy en particular en lo relacionado a la explotación de sus reservas de litio.
El punto es que tras todo el proceso para reservar ese mineral como estratégico y propiedad de la nación, lo que al final del día trajo un proceso de expropiación de las reservas que en el caso de Sonora ya estaban en manos de una compañía China, el gobierno ya aparece haber dado con el método para extraer ese mineral no metálico del suelo arcilloso en el que se encuentra la mayor reserva.
Ayer en la “mañanera del pueblo”, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo me respondió sobre el particular que ya hay 2 patentes desarrolladas por científicos mexicanos, en manos de la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Humanidades, para desarrollar este proceso de manera eficaz.
Ahora el tema tiene que ver con los costos relacionados para extraer el preciado mineral, que está en el origen de esa importante cadena de valor que parte de la fabricación de baterías.
“Ahora, lo que se está trabajando con Rosaura Ruiz, la doctora Rosaura en la Secretaría de Ciencia y Tecnología es cómo este descubrimiento, este mecanismo nos permite hacerlo de manera masiva, y cuánto cuesta, porque también hay un tema importante en el costo de extraer el litio”, acotó en su respuesta.
La presidenta adelantó además que la empresa LitioMX se trasladó en su operación a esa dependencia y que tiene además una intensa relación operativa con Petróleos Mexicanos a través de la Secretaría de Energía.
Sheinbaum Pardo reveló también que al igual que el proyecto del auto eléctrico “OIinia” y un enfoque especializado a semiconductores, es justamente la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Humanidades, la que está a cargo de su impulso.
Lo interesante es que en estos casos, todos los caminos parecen conducir a Sonora, pues se trata del estado que dispone de las reservas de litio más grandes, que dispone además del resto de lo elementos minerales, como es el cobre, el grafito, wollastonita y otros productos mineros, al tiempo que dispone de la experiencia, red de proveedores, mano de obra calificada para impulsar el proyecto de electromovilidad por una parte.
Encima de ello Sonora se viene preparando para integrarse de manera directa con la industria de Arizona en el otro gran plan, que es vincularse con el desarrollo de los microchips, relocalizados en América de Norte.
Justo la semana pasada, la entidad recibió la certificación del estándar en semiconductores, lo que significa que instituciones de educación superior, la industria y el gobierno trabajan en pos de ese objetivo común, por lo que incluso crearon un comité especializado.
El gobernador Alfonso Durazo Montaño recalcó: “A estas condiciones viene a sumarse la formalización de este comité que va a tener una contribución muy importante en la construcción de ese perfil que exigirá la economía del futuro, basada fundamentalmente en semiconductores y en toda la cadena de electromovilidad”, subrayó.
A Sonora las cosas le siguen saliendo bien en estos tópicos, y es que la entidad más de sus ventajas estratégicas y la abundancia de recursos naturales, en realidad ha dado un paso al frente, para construirse esa nueva realidad a partir de viejas y nuevas relaciones con sus socios comerciales naturales.
El gobernador Alfonso Durazo tomó de hecho la iniciativa al enviar a grupos de estudiantes de ingeniería a Taiwan, a fin de capacitarlos en este concepto de la alta tecnología, a la par de que estableció una asociación con la Universidad de Arizona, que es la institución que ha encabezado todo el plan técnico y científico para concretar el proceso y hacer realidad la producción de los chips en territorio estadounidense.
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