
Sonora Power, por Demian Duarte
Hemos llegado a la otra orilla, al momento en el que se estableció como plazo para definir el establecimiento o no de aranceles en la relación comercial entre México y Estados Unidos.
Muchos en los medios de comunicación ya cantan una derrota para la 4T y para la presidenta Claudia Sheinbaum, en la oposición algunos líderes creen que el ocaso de la presidenta está aquí, por los aranceles que Trump impondría a partir del primer minuto de este martes.
Creo que se equivocan, de hecho los números de la presidenta hacen ver que México está más cerca de la solución que del fracaso y que el país podrá hacer fuerza de las circunstancias adversas.
Que la economía entrará en crisis, que se desatarán el desempleo y la inflación, una crisis financiera, son los vaticinios oscuros, que la 4T se derrumbará son los deseos.
Olvidan que México sabe hacer acopio de fuerzas en momentos complejos y que hay en realidad muchas más alternativas de que las que creen.
Seguir adelante con la sustitución de importaciones y seguir impulsando desde adentro el crecimiento de la economía, ensanchar el mercado interno, conservar e incluso incrementar nuestras ventajas competitivas.
Muchos olvidan que el gobierno de Donald Trump será acaso un suspiro en la larga relación bilateral y no es el primer presidente de los Estados Unidos que no lleva una buena relación con México.
Claudia Sheinbaum con su liderazgo y su cabeza fría es justamente lo que el país necesita en estas circunstancias y el actual nivel de 85% de aprobación, muestra que el factor Trump, no será otra cosa que un elemento de unidad nacional.
Los Estados Unidos son nuestro principal socio comercial, sin duda, muchos asuntos dependen actualmente la buena relación comercial con ellos. Eso está claro.
Realmente en este entorno la situación marca mucho está retórica política en la que se ve envuelto el ocupante de la Casa Blanca, él dice que le quiere imponer tarifas a México, como consecuencia de la introducción masiva de fentanilo y de inmigrantes ilegales desde nuestro país a los Estados Unidos, pero la realidad acabará por poner a cada uno en su lugar.
Esa realidad ha demostrado que el gobierno de México más que plantear un problema plantea las soluciones al respecto de esta situación, la presidenta Claudia Sheinbaum mostró estadísticas que tienen que ver justamente con una reducción tajante en los volúmenes de introducción de esa droga rumbo al territorio del vecino país en una tasa de el 49% desde el arranque de su gobierno, lo cual no deja de ser paradójico, puesto que nuestro país ha puesto todo de su parte para establecer un nuevo esquema de colaboración, accediendo, prácticamente a todas las demandas de Donald Trump, sin que esto parezca tener un efecto directo en la política del presidente.
México, incluso accedió a entregar a criminales de muy alto perfil involucrados con organizaciones del narcotráfico a la justicia de los Estados Unidos casos como el de Rafael Caro Quintero y otros infames personajes marca en mucho la lógica de lo que ha sido hasta este momento el ánimo de colaborar con Trump pero nada parece ser suficiente. El mismo zar de la frontera ha reconocido que los volúmenes de aspirantes a inmigrantes a ese país se han disminuido de manera tajante, y que además de ser poco los mexicanos que quieren llegar a ese territorio, también ha bajado el número de aspirantes provenientes de otros países que buscan usar la frontera entre México y los Estados Unidos, como punto de ingreso.

Queda claro que Trump sigue comunicándole a sus electores, sin importarle los daños que sus políticas puedan traer sobre la economía de su país.
Él cree que con los aranceles Estados Unidos obtendrá beneficios, sin embargo, la realidad muestra que esos aranceles tienen efectos directos sobre industrias estratégicas en ese país, como es el sector automotriz y otros segmentos como el de electro movilidad y inclusive el tema que tiene que ver con los con los costos que deben pagar los consumidores al comprar todo tipo de productos desarrollados con elementos hechos en México, o bien, incluso en lo que tiene que ver con la cadena de valor alimentaria.
El hecho es que la política barata se ha apropiado de los mensajes y decisiones que se toman en la Casa Blanca, Donald Trump, ha decidido imponer cuotas arancelarias a quienes pueden ser sus principales aliados en este momento, porque si se trata de hacer a America grande otra vez. La única alternativa es establecer ligas fuertes con sus principales socios comerciales.
En este caso México en primerísimo lugar y Canadá como su segundo socio más fuerte.
Se entiende que en estos momentos Donald Trump vea el escenario político más allá de cualquier escenario económico, pero es una realidad innegable, que el verdadero enemigo comercial que tienen los Estados Unidos, no es otro que China y eventualmente India, pues no existen en el mundo otros países con la bastedad de recursos humanos y con un mercado tan amplio, como el que disponen estas dos naciones que están en proceso de consolidar sus liderazgos.
En el caso mexicano, nuestro país tiene un rumbo muy claro y la determinación de las autoridades mexicanas ha sido en todo momento, apoyarse en Estados Unidos y apoyar a ese país en la visión de que se mantenga como la mayor economía del globo, puesto que en esa medida la interdependencia económica entre ambas naciones, plantea ventajas estratégicas. Tales, como es la capacidad de producir más barato justo a un lado de la frontera, además de tener las redes de abastecimiento a unos cuantos kilómetros y no al otro lado del globo, como venía ocurriendo.
Ahora quisiera entender que esas son las verdaderas intenciones de Trump, sin embargo, como recientemente lo ha demostrado el interés geopolítico y económico de los Estados Unidos, busca incidir sobre otras regiones del mundo, como le resulta natural a nuestros vecinos, el tema por ejemplo de la guerra en Ucrania y la nueva relación que Estados Unidos busca construir con Rusia, es una muestra clara de cómo puede actuar Donald Trump y en ese sentido, los intentos que ha tenido la presidenta Claudia Sheinbaum de tomar acuerdos colaborando y estableciendo estrategias con nuestro socio comercial hasta el momento parecen ser infructuosas.
Claro está México, conserva ventajas competitivas y ventajas estratégicas más allá de los aranceles e incluso su posición geográfica, sus avances en materia de consolidar el mercado interno y la llegada. Cada vez de mayores flujos de inversión están definiendo una nueva dinámica.
México puede alcanzar nuevos niveles de crecimiento de su economía, aún con los obstáculos que se les están imponiendo la ventaja, no deja de ser la disponibilidad de recursos humanos, bien capacitados, la abundancia de recursos naturales, y una ubicación geográfica que nadie más en el mundo tiene.
Nuestra presidenta Claudia Sheinbaum ha definido que tiene varios planes ante la eventual contingencia que los aranceles plantean. Así veremos el plan B el plan C, el D, el E y el F y los que se puedan ofrecer el tema es que México no se acaba, ni tampoco inicia a partir de esta relación de amor y odio con los Estados Unidos, el detalle aquí es que Donald Trump actúa de manera marrullera, totalmente unilateral y sin observar los matices que existen en la relación binacional.
Hoy conoceremos el nuevo rumbo que habrá de tomar la relación bilateral.
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