Demian Duarte
A los 95 años de edad murió Alicia Arellano Tapia, madre de la gobernadora de Sonora Claudia Pavlovich Arellano.
La señora, quien fue una de las mujeres pioneras en la política nacional al ser las primera en ser electa senadora en 1964, fue además presidenta municipal de Hermosillo y de su natal Magdalena de Kino, donde protagonizó uno de los momentos cumbre en la vida diplomática mexicana, al recibir ahí una cumbre binacional México-Estados Unidos entre el entonces presidente Gerald Ford y Luis Echeverría en 1975.
En 1964, a escasos 11 años de que se reconociera a la mujer mexicana el derecho a votar y ser votada, Alicia Arellano Tapia, junto con María Lavalle Urbina, fue una de las dos primeras mujeres electas como senadoras de la República, cargo que ocupó hasta 1970.
Dos años más tarde, en 1973, Alicia Arellano Tapia fue la primera mujer en Sonora en ser electa alcaldesa, cuando ganó la presidencia municipal de su natal Magdalena de Kino (1973-76). Gracias a su gestión y trayectoria, en 1979 fue elegida para ocupar el mismo cargo, como presidenta municipal, pero esta vez de Hermosillo, la capital de Sonora (1979-82).
Arellano Tapia estudió las carreras de Odontología y de Derecho en una época donde las mujeres tenían pocas oportunidades para desarrollar una carrera profesional, pero su ejercicio se consolidó en la política, actividad en la que participó activamente y logró ocupar diversos cargos de elección popular, desde donde ayudó a su estado y a los ciudadanos.
Alicia Arellano Tapia murió este domingo 18 de abril de 2021, a los 95 años de edad. Le sobreviven sus hijas Alicia y Claudia Pavlovich Arellano y nietas Claudia, Ana y Gabriela Torres Pavlovich.
Nació el 8 de julio de 1925, en Magdalena de Kino, Sonora, México. Se casó con el Doctor Miguel Pavlovich Sugich (+), con quien procreó dos hijas, Alicia y Claudia Pavlovich Arellano, esta última, actual Gobernadora del Estado de Sonora.
Alicia Arellano es reconocida como una de las primeras mujeres que obtuvieron un cargo político en México. Al ser una de las primeras mujeres en el país en participar en política, abrió brecha a otras que buscaban espacios para desarrollar esta vocación.