Sonora Power 2021

Por Demian Duarte

El escenario ya está listo y formalizado y la contienda política por Hermosillo entre 2 fuerzas, una representa la estructura de cambio y consolidación del camino andado en estos 2 años y medio y que ha impulsado a Celida López Cárdenas a ser una de las políticas más influyentes y poderosas de Sonora. La otra es el enfoque del retroceso, la idea de que lo que venía ocurriendo antes en la capital de Sonora estaba bien, por lo que el PRI y el PAN han decidido unir fuerzas a fin de arrebatarle a Morena lo que consideran que es suyo y que consideran nunca debieron perder.

El autor es periodista especializado en economía y política con 30 años de experiencia, correo a demiandu1@me.com, sígalo en Twitter en @demiandu, Facebook Demian Duarte y Youtube Sonora Power

A fin de presentarle frente a Celida, y no sin muchos esfuerzos, esta alianza sui generis, que encima incluye al PRD, se encontró en la figura de Antonio Astiazarán Gutiérrez a la que quizás sea su más pura expresión.

Como tercero en discordia, aunque sin probabilidad alguna, aparece el expanista y hoy converso al Movimiento Ciudadano, luego de quedar en la orfandad política, tras el fracaso del proyecto de Felipe Calderón de crear su propio partido político, está David Figueroa Ortega.

La contienda es mucho muy interesante y representa el escenario de todas las posibilidades, ya que al ser la capital del estado el mayor centro urbano de Sonora sus votos tienen un carácter estratégico.

Naturalmente que la elección de gobernador está en juego, lo mismo que el control de una zona muy rica en recursos económicos y financieros y un gobierno con un presupuesto multimillonario, que rebasa los 4 mil 500 millones de pesos al año.

Además Hermosillo, aún con sus enormes problemas y carencias, es una de las ciudades con mayor desarrollo en el país, con un crecimiento poblacional por encima de la media, que acaba además de tocar y rebasar de manera formal el millón de habitantes.

Por eso en el pasado reciente fue botín de las peores bandas de ladrones de cuello blanco, que se apropiaron del gobierno municipal con la finalidad de hacer grandes negocios, y no es necesario ir muy atrás para entender que el gobierno de Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez (2015-2018) y de Alejandro López Caballero (2012-2015) hicieron grandes negocios y literalmente saquearon la ciudad, dejándola además en la ruina y con enormes deudas, al grado de que Hermosillo se ubica entre los 5 municipios más endeudados del país.

Antes que ellos Javier Gándara Magaña operó como presidente municipal toda una estrategia para poner los servicios públicos municipales en manos de concesiones privadas, poniendo de manifiesto que el hecho de que sean empresarios quienes conduzcan el gobierno, no necesariamente es sinónimo de honestidad o de eficacia, pues el empresario en si mismo ubica el objetivo de hacer negocios y obtener utilidades como su prioridad, digamos que es su naturaleza.

De modo que la historia reciente de Hermosillo con gobiernos del PRI o del PAN, que encima de todo simulaban mantener un conflicto entre sí y aparentaban ser adversarios, cuando lo que se disputaban era el botín de controlar el erario y los grandes negocios que se podían hacer en Hermosillo.

Solo para darnos una idea, al llegar Celida López Cárdenas al gobierno municipal se topó con que estaban concesionados el alumbrado público, el tratamiento de aguas residuales, la operación del relleno sanitario, pero además también se encontró la novedad de que no había dinero para gasolina, o papel de baño, menos había patrullas, camiones de basura o unidades para operar las distintas instancias de gobierno, por lo que su trabajo en estos 2 años y medio que ha ocupado la administración de la capital, ha sido recomponer, equipar, reestructurar deudas, rehabilitar pavimento, equipar a la policía municipal con patrullas, equipar el servicio de recolección de basura con camiones recolectores, a los bomberos con unidades.

Celida es de las apuestas fuertes de Morena

En pocas palabras el trabajo de Celida fue reconstruir la administración del municipio, cancelar la concesión de alumbrado público y pelear con otras empresas que tienen concesiones en Hermosillo, sin ofrecer realmente el servicio para el que fueron contratadas, como es el caso de la planta tratadora de aguas residuales.

La herencia que recibió Celida de anteriores gobierno es desastrosa, sin embargo en su periodo como alcaldesa consiguió estabilizar la ciudad, hoy por eso es que busca la reelección.

De la presidenta municipal se pueden decir muchas cosas, que es de origen panista (lo cual no niega y no es ningún secreto), que es originaria de Puerto Peñasco, que su carácter impulsivo la saca constantemente de su zona de confort y la mete en problemas con distinto grupos sensibles, que es conservadora, que no es buena cantante, que es autoritaria y lo que usted guste y mande.

Sin embargo, no cabe duda de que Celida es una especie de fuerza de la naturaleza, como un huracán en evolución que todo sacude a su paso y por esa razón desde que obtuvo el triunfo en aquel 1 de junio de 2018 y se convirtió en la cuarta mujer en ocupar la presidencia de Hermosillo, es alguien a quien tener en cuenta.

Antes Celida López fue subsecretaria de Desarrollo Social, diputada local por el PAN y sin duda parte polémica de su carrera es su amistad con el exgobernador Guillermo Padrés Elías. Sin embargo llegó a Morena y se ha convertido en una impulsora del proyecto de la cuarta transformación, al que fue invitada por el mismísimo Andrés Manuel López Obrador.

Al final del día para Celida la oportunidad llegó, y aunque nunca ha manifestado ser de izquierda o tener alguna ideología afín en ese sentido, la realidad es que se ha alineado en los criterios y conceptos del proyecto morenista, a partir de la máxima de “no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”, esa junto con los resultados en Hermosillo, es su carta de presentación.

La batalla por Hermosillo promete ser épica

Antonio Astiazarán Gutiérrez es distinto, muy distinto, nacido en Guaymas tiene en su haber una larga trayectoria, que inició cuando formaba parte del Frente Juvenil Revolucionario del PRI por allá en 1994, con apenas 23 años, de ahí saltó a convertirse en secretario particular del entonces gobernador (del PRI) Armando López Nogales (1997-2003), quien lo hizo su secretario de turismo en la segunda mitad de su sexenio.

De hecho Antonio fue premiado por el PRI con una candidatura a diputado federal por el distrito 4, cargo que ostentó del 2003 al 2006, de ahí siguió su meteórica carrera política y logró hacerse candidato a la alcaldía de Guaymas, una vez más por PRI, y fue presidente municipal del 2006 al 2009.

En el cargo Antonio Astiazarán tomó decisiones polémicas, junto al entonces gobernador Eduardo Bours Castelo emprendió una serie de transformaciones en el primer cuadro y centro histórico de Guaymas, que condujo a la destrucción de buena parte del patrimonio del puerto con el argumento de que se construiría un malecón y una serie de instalaciones turísticas de primer mundo.

La realidad es que el malecón sí se construyó e incluso un muelle para atracar cruceros, sin embargo esto fue a costa de la identidad de Guaymas.

Su decisión más polémica fue concesionar el servicio de recolección de basura a la empresa PASA, además de contratar enormes cantidades de deuda.

Antonio Astiazarán dejó así su marca por Guaymas y de hecho su carrera política hizo una pausa ahí, él se dedicó a los negocios, muy en especifico en la línea de energías limpias, sin embargo en el 2012 se sumó al proyecto de Enrique Peña Nieto y participó como candidato a diputado federal de nuevo por el distrito 4 con cabecera en Guaymas, logró el triunfo y se integró a la muy polémica 62 Legislatura del Congreso de la Unión, misma que aprobó entre 2012 y 2015 algunas leyes como la reforma energética de aquel famoso “pacto por México”, por lo que de hecho fue premiado y se integró a la entonces Secretaría de Desarrollo Social del gobierno de Peña Nieto como jefe de la oficina, u alto cargo burocrático desde el que pretendió saltar de nuevo a la candidatura al Senado por su partido el PRI.

Antonio Astiazaran se hizo a acompañar de su familia al registro

Sin embargo para “El Toño” ahí se acabó la suerte, el juego estaba echado y los únicos candidatos posibles eran Silvana Beltrones Sánchez y Manuel Ignacio Acosta, por lo que después de hacer su coraje se fue con todo y chivas al PAN, partido que no dudó en hacerlo su candidato al Senado, posición que perdió tras ser arrollado el escenario político-electoral del 2018 por ese maremoto llamado Morena y Andrés Manuel López Obrador.

Lo verdaderamente sorprendente es que “Toño” o Antonio se hizo fuerte en el panismo, cobijado por algunos liderazgos de ese partido que lo identifican como su carta fuerte, un buen producto electoral y esos intereses son los que lo tienen hoy tocando la puerta del Palacio Municipal de Hermosillo en busca de quitarle a Celida la posibilidad de reelegirse.

La contienda en Hermosillo pinta muy sabrosa, es de hecho de esas luchas épicas en donde Toño “el Neoliberal”, busca darle pelea a Celida “la arrebatada”, sin embargo mucho más pasa por la capital sonorense con contiendas de gran cartel en los 2 distritos federales (esas ya las retratamos) y otras que convendrá analizar palmo a palmo en los 6 distritos locales que componen al municipio, y es que las 2 fuerzas políticas que se diputan el poder en Sonora, el PRIANRD o “TUMOR” en una esquina y Morena con sus aliados en la otra, van al choque de trenes.

En Hermosillo la disputa entre Celida López Cárdenas y Antonio Astiazarán Gutiérrez es de máscara contra cabellera… Pleito cantado.

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