SonoraPower por Demian Duarte se publica en SDP Noticias todos los martes
En Sonora al mismo tiempo ocurren dos fenómenos, por una parte Alfonso Durazo Montaño, el gobernador que cumplió un año al frente del cargo, llegó la semana pasada con un nuevo cargo político partidista, al ser ungido como presidente del Consejo Político Nacional Morenita.
Por la otra mano el PRI enfrenta una seria debacle, luego de un entrampado proceso interno, el PRI decidió imponer a Rogelio Díaz Brown como su nuevo dirigente estatal, en un movimiento político que al final fue “haiga sido, como haiga sido”, como se estila en el más clásico manejo del priismo, con acuerdos en lo oscurito, negociaciones, renuncias, permisos, licencias y un particular modo de interpretar los estatutos, donde se baja el cero y le toca al que decidió el estatus quo.
En medio de esas 2 situaciones en Sonora ocurren acciones políticas con profundo significado, por una parte llega una nueva dirigencia del partido Morena, con María del Rayo Gaytán asumiendo la presidencia del comité estatal.
Se trata de una militante de base, una mujer comprometida con la cuarta transformación, que se define a si misma como “raza, una integrante emanada del Sonora Profundo”, eufemismo que utiliza el gobernador Durazo para definir su propio origen.
Fue el gobernador Durazo quien le tomó protesta a esa dirigencia en su carácter de presidente del Consejo Político y les encargó además construir los escenarios para fortalecerse y buscar que en el 2024 los ciudadanos le refrenden en las urnas su apoyo al proyecto de la 4T, lo que significa que el partido en el poder busca consolidarse como el partido mayoritario como parte de su esencia de partido en el gobierno.
Morena irá así por la mayoría en el Poder Legislativo Estatal, por refrendar su dominio en las elecciones federales obteniendo una vez más la mayoría de votos en la elección senatorial, buscando refrendar el triunfo en los 7 distritos federales que existen en la entidad y que va por la conquista a su vez de los escasos municipios que la oposición del PRI-PAN-PRD logró arrebatar en las elecciones del 2021, entre ellas Hermosillo y Álamos.
Adicionalmente a esta movida, este lunes Morena además anunció desde el Congreso de Sonora una movida magistral, de ajedrez político que le da jaque mate al PRI en Sonora, y es que si el PRI se estaba quedando solo y sin nada, ahora en definitiva fue enviado al basurero de la historia en Sonora.
Ayer renunciaron a su bancada las diputadas Karina Zarate y Ely Sallard, las 2 últimas legisladoras locales que tenía ese partido en Sonora, luego de la partida de Natalia Rivera y Ernesto de Lucas desde el PRI al MC, ellos se sumaron a la bancada naranja y formaron oposición, las 2 diputadas ya mencionadas decidieron mejor sumarse a Morena y le dieron la estocada mortal al partido que las postuló.
Hoy ese “gigante dormido” como se llama al PRI, en definitiva perdió el fondo y la forma, tiene una dirigencia cuestionada, fue impuesta por el también cuestionado dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, no tiene diputados y sus 2 alcaldes reniegan del partido, de la dirigencia, lo que hace ver que en lo que toca a Sonora el otrora orgulloso tricolor, no tiene presente y muy probablemente no tenga futuro.
En cambio Morena como partido en el gobierno, con un fortalecido Alfonso Durazo, que tiene influencia y presencia nacional, luce como la armada invencible.
El traspaso de las 2 diputadas que le quedaban al PRI a Morena, implicó que la bancada mayoritaria en el Congreso local disponga de 16 votos por si sola, esto es la mitad de los 33 diputados que integran la 63 Legislatura, sin embargo al hacer un ejercicio de suma de sus aliados, resulta que el equipo gobernante dispone de 25 de los 32 votos posibles, es decir 2 terceras partes, más 4, dejando a la oposición del MC y el PAN como solo 7 votos a la mano y uno más del PRD.
Alfonso Durazo se las arregló para sumar al PT, al PVEM, al PES y al Panal a su movimiento e incluso logró sacarle un diputado al PAN, en este caso el diputado Ernesto Munro, quien se sumó al PES.
Es decir Morena y sus aliados tienen una aplanadora legislativa y Alfonso Durazo puede sacar adelante cualquier reforma a la Constitución Política de Sonora, que se proponga.
Al respecto la coordinadora de ese grupo parlamentario con poder apabullante aseguró que será responsable y cuidadosa de no caer en excesos y que en todo caso se busca dar garantías de que en Sonora se consolide la 4T.
Estos movimientos políticos que hace Alfonso Durazo en Sonora no son casualidad, el gobernador esperó el momento oportuno, hizo una operación de cirujano, y consolidó de un plumazo su poder en Sonora, enseñando así el oficio y maestría política que le distinguen.
Durazo está listo para lo que se vengan, y aunque antes deberá hacer algunos ajustes en su equipo de gobierno, queda claro que hoy por hoy domina el escenario, todo está en control en su estado, puede emprender la aventura política que desee.
El férreo control y la anticipada muerte política del PRI en el estado que lo vio nacer, así nos lo muestran
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