Como resultado de un esfuerzo de colaboración mixta y solidaria que tiene, como fin último, el proteger la salud y la vida de las y los mexicanos, la titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, anunció este martes en la Conferencia Matutina el desarrollo de vacuna mexicana contra la Covid-19, denominada “Patria”. En el acto, explicó que este desarrollo vacunal, coordinado por el Conacyt, fue presentado por el laboratorio mexicano Avimex. También dijo que ya se han superado con éxito las fases pre-clínicas y que pronto iniciará la fase de pruebas en seres humanos, misma que se llevará a cabo con alrededor de 100 voluntarios. Asimismo, recordó que el Conacyt ha asumido su obligación de coordinar las políticas de ciencia, tecnología e innovación, estableciendo una agenda de Estado a favor de la salud pública y de nuestra soberanía con independencia tecnológica.
Es importante recordar que México fue soberano en producción de vacunas hasta 1999, pero el abandono histórico de los sistemas de salud pública y las políticas de dependencia científica y tecnológica provocaron que, ante la emergencia sanitaria por Covid-19, México tuviera que importar lotes millonarios de vacunas, enfrentando los vaivenes y disponibilidad del mercado farmacéutico internacional. Ante esto, en seguimiento al mandato establecido en el PND 2019-2024 como institución articuladora del quehacer en CTI, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, convocó en 2020 a la comunidad científica y al sector productivo para presentar propuestas de desarrollos vacunales nacionales contra el virus SARS-CoV-2. Para evaluarlas, el Conacyt conformó un Comité Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en Salud Pública, integrado por reconocidas y reconocidos científicos de instituciones con alto prestigio nacional e internacional. De las iniciativas recibidas, se eligió el desarrollo de vacuna ahora denominada “Patria” por su grado de avance, rigor y solidez científica. El proyecto fue presentado por el laboratorio mexicano Avimex, sólido y ejemplar, con casi 70 años de experiencia y reconocimiento, tanto nacional como mundial.
Se trata de una estrategia articulada por el Conacyt, bajo la modalidad de coinversión público-privada. Hasta el momento, el proyecto de Avimex ha recibido un financiamiento inicial de 15 millones de pesos por parte de la AMEXCID-SRE, además de 135 millones de pesos aportados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para las fases clínicas 1 y 2. Asimismo, el Conacyt ha acompañado el desarrollo de este proyecto mediante acciones de articulación interinstitucional, de seguimiento técnico puntual y de coordinación científica para la certificación de la planta de producción de biológicos para uso humano, y el diseño de la primera fase clínica en humanos.
Cabe señalar que, tras analizar las plataformas tecnológicas disponibles, Avimex determinó que un virus recombinante de la enfermedad de Newcastle (rNDV) tenía el potencial de éxito para la vacuna contra Covid-19. Lo anterior, derivado de la experiencia adquirida en el uso de esta plataforma en miles de millones de dosis de vacunas veterinarias contra el virus de la Influenza, producidas por Avimex y ampliamente probada en humanos para otros fines.
La vacuna que Avimex está desarrollando utiliza tecnología de la Escuela de Medicina Icahn en Monte Sinaí (Nueva York, EUA), a través de una licencia de uso exclusiva para México, a favor de Avimex, con el apoyo de investigadores de la Escuela de Medicina Icahn en Monte Sinaí; los cuales son, junto con otros colaboradores, co-inventores de esta tecnología rNDV. Gracias a las tecnologías del vector de la enfermedad de Newcastle de la Escuela de Medicina Icahn en Monte Sinaí (Nueva York, EE.UU.), y de la estabilización de la proteína S o espícula del SARS-CoV-2, de la Universidad de Texas en Austin, se logró construir el candidato vacunal de mayor potencial clínico e industrial, bajo tecnologías licenciadas a Avimex por ambas instituciones.
El proyecto Avimex también cuenta con la colaboración del IMSS, con quien realizó en 2009 una fase clínica exitosa de una vacuna contra la influenza AH1N1 en condiciones de pandemia. El IMSS se encuentra realizando pruebas inmunológicas en animales (fase preclínica) e in-vitro de los candidatos vacunales con muestras de pacientes Covid-19; y acompañará el desarrollo de las fases clínicas. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se ha sumado al esfuerzo con la conducción de pruebas analíticas para la caracterización de la vacuna; la interpretación de los resultados de pruebas preclínicas y el apoyo en el diseño de protocolos clínicos. Asimismo, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) se prepara para apoyar con análisis inmunológicos en las pruebas clínicas en humanos, donde dispondrá su talento e infraestructura.
Es imprescindible destacar que el desarrollo vacunal “Patria” ya ha demostrado su efectividad contra la Covid-19 en las pruebas pre-clínicas aplicadas en distintas especies de animales. Además, la Comisión Nacional para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha certificado la planta de producción, los primeros lotes de vacunas y el diseño de pruebas para el primer ensayo clínico en seres humanos, mismo que se llevará a cabo a partir del mes de abril de 2021 y con los más altos estándares de investigación clínica, en las instalaciones del Hospital Médica Sur (Ciudad de México); además de ser supervisados por CRO independientes y un grupo de expertos avalado por el CNCTI-SP del Conacyt.
Las expectativas de éxito son muy alentadoras. De superarse las distintas fases de pruebas clínicas en seres humanos, la vacuna podría estar lista para fines del 2021. De ser así, México estará en condiciones de contar con una vacuna segura, fiable y de alta calidad, 100% mexicana y accesible, cuyos costos de adquisición para el Gobierno de México serán de hasta 800 % más bajos en comparación con las vacunas contra la Covid-19 importadas desde el extranjero.
Sin duda, este ejemplo de cooperación estratégica y solidaria entre el sector público y privado con las comunidades científicas, demuestra que existen en el país los talentos, las capacidades e infraestructura necesarias para resolver, de forma conjunta, los retos de salud más urgentes y prioritarios, como es la pandemia de Covid-19. Por ello, es fundamental que desde el CONACYT se sigan estableciendo y coordinando las agendas de estado que el país necesita para prevenir y reaccionar a tiempo a retos como el de la pandemia de Covid-19. De esta manera, el desarrollo satisfactorio de la vacuna “Patria” de Avimex fue identificada y apoyada con prioridad, pues cuenta con todo el potencial para contribuir con el bienestar del pueblo y favorecer el camino hacia la soberanía científica e independencia tecnológica en la producción de ésta y otras vacunas que México demanda. Esta última se logrará también fortaleciendo Birmex, en articulación con Avimex y otras empresas de base científica y tecnológica, en la producción de biológicos prioritarios que se comprometan a sumar sus capacidades a favor de la salud pública de la población mexicana.