Sonora Power 2021 Express
Demian Duarte
En los distritos federales de Hermosillo se puede encontrar un microcosmos de las posiciones políticas que se enfrentan con motivo del proceso político electoral, a partir de la máxima de que lo que está en disputa el 6 de junio próximo, más que posiciones políticas, o en este caso curules legislativas, lo que realmente se pelea es el futuro.
Como ya se sabe hay 300 distritos federales en disputa en todo el país y en el caso de Sonora existen 7 posiciones de elección directa para diputados federales de mayoría relativa. El Distrito 5 se ubica en el sur de Hermosillo y lo mismo incluye el centro de la ciudad, la Colonia Centenario y las zonas residenciales del poniente, como el populoso sur de la capital sonorense y la zona agrícola de la Costa de Hermosillo y la zona costera.
Es decir, son muchos Hermosillos distintos los que están ahí representados, como La Jolla y La Matanza, la 5 de Mayo y la San Benito, pero también Villa Satélite y Centenario.
Por eso la disputa por ese distrito entre Wendy Briceño Zuloaga, a quien podemos ubicar como una representante del Hermosillo del esfuerzo, de la clase trabajadora, originaria de la tradicional 5 de mayo, quien además se ha distinguido por impulsar la causa feminista, lo que incluye el derecho a la igualdad laboral, el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y a favor totalmente de la despenalización del aborto, y su contrincante María Cristina Gutiérrez Mazón, la “La Kitty” o “Kitita”, una representante del status quo priista, de clase privilegiada, nacida y criada en la colonia Pitic y muy cercana a la visión tradicional de la familia sonorense, no puede pasar desapercibida.
Ambas mujeres políticas han representado en distintos momentos el empoderamiento de las féminas en el poder, “Kitty” a su modo y en sus instancias, desde el PRI, pero también desde una posición social privilegiada, con acceso a educación de elite, nacida en el seno de una familia de empresarios, hija de José Santos Gutiérrez Luken, referente del empresariado sonorense por décadas, propietarios ellos del Grupo Mezquital del Oro, ligados con la familia Mazón, primero en los negocios y después en lo familiar.
Para “Kitty” todo siempre ha sido relativamente sencillo, su incursión en la política le ha permitido ser diputada local, también secretaria general del PRI, exitosa en los negocios inmobiliarios, creadora de la empresa Pentágono Bienes Raíces, cercana del arzobispo y la alta sociedad hermosillense, aunque también como empresaria no dudó en acudir a Palacio Nacional para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador a fin de plantear necesidades para los negocios en Sonora al jefe del ejecutivo, sin importar que al mismo tiempo fuera militante y funcionaria del tricolor.
Ella es de alguna manera la encarnación de la “niña bien” que se metió en la política, ha buscado ser candidata a la alcaldía de Hermosillo y ha venido construyendo una carrera política bien diseñada y formada. Uno de sus sellos distintivos es la amabilidad y la educación, lo que sin duda se agradece en los políticos.
Para María Cristina operará toda la estructura del PRI, todos los recursos de la clase acomodada a la que sin duda representa y a su favor actuarán los prejuicios y “valores” de una capa social que se niega a cambiar y evolucionar.
Enfrente está la representante de los “igualados” como nos dicen a los que nacimos en la 5 de Mayo, o en la Periodista o en la Modelo, Wendy Briceño Zuloaga, quien además es radical feminista, impulsora como dije líneas atrás de la despenalización del aborto y de toda lucha a favor de las mujeres.
Wendy Briceño tiene sus orígenes en la política hace alrededor de 18 años, durante el gobierno, cuando participó como funcionaria del gobierno municipal de Hermosillo de origen panista de María Dolores del Río Sánchez (2003-2006), desde entonces a la fecha su camino en la política ha sido notable y notorio, comenzando por el hecho de que cambió del blanquiazul a los colores de la Cuarta Transformación, donde finalmente ha encontrado su nicho y sobre todo el éxito.
Abiertamente homosexual, lejana a los roles que ha pretendido asignarle la sociedad, Wendy se las ingenió para ser candidata a diputada local por el distrito 11 en el 2015, disputa que perdió con Iris Sánchez Chiu.
Sin embargo el duelo se reeditó en las elecciones federales del 2018, donde compitió por la diputación federal del distrito 5 con la misma rival y la venció, gracias al fuerte empujón del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Desde San Lázaro Wendy a impulsado la agenda de género en favor de las mujeres, muy en especifico en lo que toca a temas como la igualdad y paridad y en defensa del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, en contra del acoso y el hostigamiento sexual y a favor de la despenalización de la suspensión del embarazo.
Wendy Briceño amagó con participar en la contienda interna por la candidatura a alcalde de Hermosillo de Morena, posición que mantuvo la presidenta municipal Celida López, hoy la diputada federal busca reelegirse, pero para conseguirlo deberá vencer a su antítesis en una contienda que se antoja reñida e interesante, pues a favor de Wendy opera su radicalismo, su posición como promotora de la Cuarta Transformación y su ubicación en el espectro ideológico de izquierda y a favor de las libertades individuales.
Veamos que lado puede más.